En la madrugada,
un tono naranja en el horizonte
se ofrece como un regalo.
Mi corazón se ablanda.
Los pensamientos cruzan mi mente—
y suavemente te traen de vuelta.
Susurros en el viento de días pasados,
donde las sonrisas regaban la tierra
y los inviernos lloraban en silencio.
El ayer es todo lo que tengo:
fragmentos de momentos,
los que elijo recordar.
Recuerdo tomar tus manos,
hablar en voz baja del mañana,
escribir sueños en el aire.
Pintamos juntos nuestras vidas—
te recuerdo.
Siempre te llevaré en mi corazón.
Aún sueño con la próxima vez:
la próxima vez que roce tus labios,
la próxima vez que vea tu sonrisa.
Ahora todo vive en la memoria,
grabado en las cámaras de mi corazón.
Siempre te recordaré.
No importa lo que venga—
incluso si el mundo termina,
aún te recordaré.
Porque te amé entonces,
y aún te amo.
Siempre lo haré.