Esperar es crear,
y en cada respiro lo imposible respira.
Entre sombras y grietas, luz en la grieta,
y el tiempo susurra secretos que nadie atrapa.
Todo aún es posible,
y en nuestras manos germina una semilla de eternidad.
La duda danza, y la incertidumbre ilumina,
como danza entre sombras, delicada y sabia.
El milagro permanece,
invisible, pero firme,
sobre un horizonte sin fronteras,
donde el silencio que despierta nos invita a creer más allá.
Nacen raíces de lo incierto,
crecen fuertes en el vértigo de lo posible,
y siempre, en el eco de nuestra alma,
se escuchan los susurros que guían nuestro paso.
Así, vivir es esperar, crear y creer,
trazando caminos que nos acercan
al milagro que siempre ha estado allí,
esperando ser nombrado.