Dominatorque

El sueño de la semilla

 

Contaré uno a uno mis dedos,

como aquel que repasa la historia,

sobre la almunia de su cuerpo.

 

Velaré los cristales blancos,

que lenta, la noche extiende

y en su ombligo, descansa y alimenta.

Sangraré cada caricia,

desearé, cada lamento

de amor pretérito y futuro.

 

Rezaré el silencio de su boca,

si una rosa, reclinada, me espera ,

si entre los perfumes del verbo ,

la mujer líquida me alimenta,

cual primavera,

en el sueño de la semilla.

 

No habrá estrella,

que la vista des-alcance,

cuando el beso germine

y su mirada, sea de universo.

No habrá fuego ,

que mi pecho pretenda,

tan lleno de luz y constancia.

 

Naceré como la aurora,

colmada de rocíos y sudores fundidos

Y su cuerpo desnudo,

será mi único horizonte de luz.

Sembraré brazas,

volcanes modificados,

lugares ... que a mi amor entienda.

 

Fríos, que poder curar.