Raiza N. Jiménez E.

DE LAS VELEIDADES.-

Puro, el gran amor, surgía en sus desvelos.

Se lucía, imitando tener, la belleza del oro.

Por recato, Ella nunca se aleja de sus velos.

Aprende desde niña, a portarse con decoro.

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En su cultura, lo aprendido, es ley, sin duda.

Nacer mujer, será sinónimo de fiel sumisión.

El amor, lo rigen los padres, es verdad cruda.

El duro rol de la Madre, es evitar, la traición.

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Pena de muerte, ha sufrido, el citado traidor.

La maldad lleva nombre e intención y es real.

En pro de la Cultura, deshumanizan, el amor.

Es ilógico, ataviar a un error cultural de legal.

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NOTA:

¡Alimentar las fauces del depredador con impunidad,

es asegurar, su permanencia!