LA MUERTE, MI UNICO AMOR
La voluntad se ha desvanecido y al final solo he perdido.
Mi corazón se ha rendido, exhausto de luchar por tu amor, un sentimiento que me quebrantó hasta arrastrarme.
¿Y por qué no? Siempre fui un patético. Fui víctima de un destino burlón que jugó a entrelazarme con quien ya tenía su camino en otros brazos.
Entendí que solo he nacido para perder cada batalla de amor, convirtiéndome en el hombre que las mujeres necesitan, pero jamás quieren.
Por eso, mi único amor será la Muerte.
Ella me acunará en su pecho frío, dándome la calidez que por ti rogué en silencio. Encontraré el camino que me lleve hacia su promesa: un lugar sin sufrimiento obsceno.
Ella estará ansiosa de llevarme a casa y consolarme
Álvaro s.