El cielo despejado, nubes altas,
cándidas luces sobre el paisaje
una mañana perfecta para el día
un septiembre encantador.
En un pestañear, el paisaje se perdió.
Las nubes se tornaron en nubarrones,
las flores cortadas se marchitaron,
Y de los ojos manaron raudales.
El clima, cambiante, sentencia:
no puedes ser feliz, vive sin amor.
Regresa a tus trincheras,
procura éxito y fortuna.
Los días pasan, el clima variable,
recuerda que hay vida en tono gris.
Y el futuro ¿promete prosperidad?
tal vez, las arcas se empiezan a llenar.
La soledad, abrumadora, persiste
Su ausencia requiere espacio, lágrimas y sueño.
Caminos desolados, áridos, infértiles,
se observan al abrir las puertas.
Calzado reforzado y ropa de verano,
se debe lucir, en tonos alegres
Que oculten otra cicatriz.