Crisanto Salazar G.

Casualidad

Un libro abierto 

en cualquier página, 

se convierte en poema. 

El último verso cierra con tu nombre, 

tu nombre al final del verso, 

como herida que no sana.

 

Duele saber.

Disculpa, no rimas

y el ritmo se pierde 

contigo en cada sonido.

 

Intento borrarte, 

cada palabra me lleva a ti, 

como eco persistente. 

 

Apenas escribo una letra, 

y luego, luego te elimino, 

pero tu sombra permanece

como tinta indeleble sobre el verso.

 

Hace tantas letras que no sé de ti, 

he creado un nuevo alfabeto, 

donde sonidos y grafías 

queden exentos de ti, 

pero el vacío sigue ahí, 

llenando cada espacio con tu ausencia.