En el valle infinito
vemos como todo crece de la nada
quiero llegar hasta allí
y descomprimir mi alma
Fauna aún dulce
entre flores y ríos
quiero conocer tu voz
ya no creas que no hay miel
en tus labios
Cuerpos que se estrellan
en brumas celestes
lágrimas de sal
que sostienen el mar
¿y acaso desenterrarás tu cofre?
Fantasmas ambulantes
en las tierras de mi mente
quiero llegar a ti
y beber la miel de tu libertad
entonces al fin sabría sonreír
Albergan tus manos
los crujidos del otoño
y los tejidos que cuelgan
son restos de mí
Rondando la lava
que protege al mundo
mis amigos se han ido ya
en busca de un nuevo sol
Extensa niebla errante
en tus días voy poseído
bajo la mancha tenue
voy copiándome para siempre
Sombras que se desintegran
en un instante de silencio
en el que vemos el vacío arder
en sueños circulares
Ves la distancia
aplastada por el sol
y tu canción irrumpe en mí
como un presagio de perla
Esta vez el dulce canto
se abrirá en los ecos...
Eros apenas duerme
y todo lo succiona...