La Revolución Francesa fue la
gran mentira de los pobres
de la Tierra.
El París de 68, un engaño más.
La Cuba de Fidel Castro, una
decepción que aún
resiste.
El Chile de Allende, una aberración
aún no denunciada: Se pasó en tiempo
de la esperanza. O esto se cree.
Karl Max significó la esperanza del hombre puesta en un ideal del socialismo real, creíble. Al final el ideal fue asesinado por Stalin, porque así se convenía. (Aún hoy, siglo XXI, se estudia y se averigua si la orden llegó de los EE.UU. de Norteamérica).
El Capitalismo, el mayor cáncer de todos los tiempos, de todas las eras de la humanidad, tiene fecha de caducidad: Morirá matando y por lo tanto será, no el final de la humanidad, pero sí el de una sociedad ya putrefacta.
El Catolicismo y su ideología terrenal fue el principio de todas las degradaciones humana: El Catolicismo y el Comunismo jamás han estado tan separados ni desunidos como nos han hecho creer: Cuando se trató de proseguir matando a África ambas ideologías se pusieron pronto de acuerdo, Angola fue un ejemplo.
El Cristianismo moderno: Una oportunidad, la última, para la condición humana: Resistencia, rebeldía y esperanza.
La peor opinión es el silencio.