Cada quien vaya a lo suyo,
cada quien y como quiera
en otoño o primavera
que de nadie es lo que es tuyo.
Cuando es bueno contribuyo
porque el alma nunca espera
aunque nada ella tuviera
lo que por asomo intuyo.
Cada quien a su zapato
como lo hace el zapatero
cuando no es ningún novato.
Pero no sea embustero,
sea siempre muy sensato
si es amigo y compañero.