Las acciones están hechas
de cortos impulsos del corazón.
El espacio mental abarrotado
de quehaceres domésticos...
El alma en otro lugar
busca las sensaciones y el material
de un beso ideal.
La realidad envuelve el ambiente
con una sinfonía de deseos.
Escuálido, dibujo sobre los mapas
de mi cerebro, horas y minutos vacíos.
Sin mucho más que decir,
levanto la tapa de mis sesos
y dejo entrar la primavera.