Poeta De La Otra Esquina

Para Agostina.

¡Pequeña y grande es!
tu luz que ahora comienza.

Hay en tu esperanza,
todo lo que amamos.

Vas a ser quizà y seguramente,
la flor y el cardo,
el fulgor y la noche.

Pero sube tu cabeza
y mira el cielo,
siempre, 
sin cesar,
en el jolgorio del vuelo.

Es igual lo que sentís
a un cachorro recién nacido,
que juega inocente y raudo.

Y en el centro de la mesa
un rondel con ese nùmero
¡que tanto te acaricia!