luisp.rodriguezflores

Culpable

> He aquí su cuerpo inerte

y su mente vagabunda,

divagando entre ideas y emociones

que le arrancan la razón

y le desgarran el corazón.

Tan culpable es el miserable

que no asume su culpa

y la reparte al que más cerca está.

“No soy culpable”, se repite…

pero lo es.

Si tan solo las cosas

hubieran sido distintas,

no andaría perdido.

Ahora su cabeza

no encuentra calma

entre lo que fue

y lo que pudo haber sido.