KETZAL

RAYO

La vida se acorta y de pronto deja de existir

alguien descubre un río y se ahoga

alguien conspira con el fuego y se quema

qué importa si uno no es feliz

 

Alguna voz quiere curar las heridas

otra las hace extensa sobre un desierto infinito

cuánto valor y a qué costo nos reescribimos

quién murmulla cómo sacudir todo el pasado

 

Vivimos para dar oportunidad a las almas

quién camina por senderos oscuros

puede verse también profundamente a los ojos

este mundo existe y se acaba

 

Somos un testamento del tiempo

creemos que somos dueños de todos los males

cuando solo somos responsables de todo lo ignorado

quién se encuentra en las miradas

 

Decido dejar de lado mi felicidad

ya no será ofrecida hacia afuera

solo morderé mi sonrisa en mis estancias

en la consciencia tocada de resignaciones amarillas

 

Nadie cree en la calamidad del presente

ni en la verdad empañada de la voz

a cada instante se crean y destruyen puentes

por ese interés que nos petrifica