Cuello que arrastra la lastra,
dolores de espalda con añoro,
años pasados pesados posados,
recuerdos de la miseria presente,
el primer llanto propio y ajeno,
los goles gritados por no gritar,
las emociones posadas por no sopesar los cruentos vaivenes del país potencial,
que sigue matando a sus pájaros,
le da de comer a los leones,
le quita al que no tiene
y apoya su espalda dolorida en el pasto que lo corta.