De tus ayeres el niño latente,
mira desde el pasado frustrado,
de su amor no eres el legado
odio y mal consume tu presente.
Escasea inocencia en tu mente
porque al niño del alma perdiste
y aunque en tu memoria pudiste
escuchar su llamado vehemente.
De tus ayeres el niño no muere
como la estela deja su huella
aunque lo niegues te estremece.
El ayer es presente y futuro
titila como estrella lejana
como una imagen cercana.