Poco a poco se escapó,
lentamente en el olvido,
ese suspiro perdido
que tu presencia me dio;
sé muy bien cuanto dolió,
el mirar que tú te has ido,
el haberte conocido
fue una daga que quedó;
se partió mi corazón
por el golpe recibido:
una llaga del amor;
no fue una decepción
este tiempo bendecido
con tan hermoso fervor...