Cuando te digo
que estoy hundido
o medio tocado
te entra la fibra
romántica
y quieres que sea
tu esclavo
por cuatro euros
la hora
y de esta manera
podrías besarme
y tratarme
como una mierda
sin antes
susurrarme al oído:
Eres la basura, eres un puerco,
y que sepas que:
Te amo, Te quiero.