marco romero

Aire

Te bebía,

como quien bebe el aire

para no morirse.

 

Y tu amor caía,

del cielo incomprensible,

como una invasión de la luz

que lentamente ocupa el cuerpo.

 

Toqué tu cintura,

y quise gritar,

abandonar la vista a la ceguera,

para no ver el final de tu figura.

 

[Mi pulmón es una jaula que te elige para el aliento,

no es que precise el oxígeno, no.

 

Es que el aire sin ti se siente incoloro y sin propósito.]



m.c.d.r