Hay una puerta abierta,
y una escalera infatigablemente recorrida,
por mi tiempo que ahonda,
en fragmentos de mi propia biografía...
Como si fuera una sonrisa amiga,
mi visión se desliza,
colocando todo en su sitio como otrora,
y en cada azul una idea...
Deseosa correría...
por aquello que el corazón inflama,
y recibir su mirada,
llena de luna que gravita y enamora...
Mi casa te aguarda,
con un poema junto a una lámpara,
en noche desvelada,
el viento encendido toca la ventana...