Eso de vivir en un vacío, flotando en un abismo y aferrándote a ese algo que flota por ahí para hacerlo tu centro.. centro de gravedad, sí, al cual fielmente podrás gravitar: Amar como siempre lo hiciste tú.
---
Bueno, a ese \"amar como siempre lo hiciste tú\" le falta contexto, y si, es personal y básicamente hace referencia a comprender el tipo de amor genuino que no se distingue de la pertenencia ni de la dependencia, pues se hicieron uno.
En sí, ¿Qué hacer si cobras consciencia en medio del vacío?
Como un meteorito o alguna masa, virando en el abismo infinito del espacio estelar,
Físicamente, según entendí,
Hay centros de gravedad por ahí que suelen atraer a particulares masas \"huérfanas\" pero no siempre es así, a veces solo las impulsan y redireccionan, más no llegan a convertirlas en parte de aquello que las gravite como tal, una luna o cinturón de asteroides, y así.
Pero si dicho \"objeto\" se convierte en \"sujeto\"?
Si puede elegir ¿qué Gravitar?
¿Cómo lo elegiría?
¿Lo primero que se encuentre? ¿Lo que más próximo esté?
Total, el vacío está tan Irónicamente lleno de inmensidad que cualquier viaje y espera se hacen eternos, cualquier búsqueda y descubriendo resultan estancos.
Alguna vez alguien descifró mi criterio para amar, el que tengo hace bastante tiempo pero jamás pude explicar, solo sugerir como lo hice al inicio.
La persona por quién digo \"amar como siempre lo hiciste tú\" me enseñó el otro extremo paradójico, el Fatalismo de la entrega y el destino como inevitablemente aceptable, es paradójico pues lo mío es lo opuesto y surge del Nihilismo, el Nihilismo que permite Animismo, Nihilismo Instrumentalista, es decir, la frase que alguien más lo describe como tal: \"Dejarse Elegir\", no es destino sino agencia por un ente ajeno en el vacío que al igual que uno mismo está flotando en el abismo. No es entregarse a eso \"próximo\" con total ceguera como dictaría un destino o el Fatalismo, sino Dejarse Atraer por eso próximo que te está atrayendo solo porqué tan solo así: Surge.
Dejarse Elegir, sin resistencia ni entrega, dejando surgir lo que surja pues no hay más sentido alrededor, ni alguno que suponga deber ni sacrificio.