Kamar Oruga

Oasis

 

Una palabra y un resplandor
quizás lleguen hacia mí
y al acariciar el viento
todas las almas se revelan
ante el guardián del rebaño
un halo de silencio va cayendo
sobre la ciudad ensordecida
¿y para qué vivir?
si ya no tienes fe en el mañana

Un signo en tu corazón
como una dulce niñez
se despertará al fin
estoy volviendo a mí
abriendo círculos en el aire
¿y acaso partiré
en cada nuevo amanecer?
no sé si seré feliz
con tu cuerpo de espejo abierto

Y entre el aire celeste
vas a buscar un sitio
de tibia esperanza
donde descansar hoy y siempre
te encontrarás en un valle
de luces y ecos
hasta danzar
como una sombra enfiebrada
vidas que se cruzan
como gestos del alma
que en silencio se entretienen
¿y acaso el mundo detendrá tu luz?

Eterna ilusión
que de la nada florece
cuerpos que se escapan
brotan porque sí
y recubren de piel
las cenizas del pasado
y en tus ojos de perla
la primavera avanza
¿serás tú la heredera de mi amor?

Oh ya no te quedes en el vacío
si la noche brilla aún tendré
la utopía de tu querer
y las aguas formarán
un pez gigante
que reflejará el cielo
y entonces partiré
en busca de tus manos
y los duendes me alumbrarán
hasta llegar al oasis
donde la vida juega con la muerte