Karlos Andrés

Sí Se Puede Amar Bonito

Cuando dices mi nombre,
el mundo se calla,
como si todo esperara
que tú y yo nos miráramos.

 

Tu voz es el hilo
que cose mis días rotos,
y tus ojos, dos faros
en medio de todos mis miedos.

 

No eres solo amor,
eres refugio,
el rincón donde hasta el silencio
se siente en paz.

 

A veces te pienso
como quien respira,
sin notarlo,
pero sabiendo que sin ti,
no hay vida.

 

No sé si el destino
nos trazó en la misma página,
pero desde que estás,
todo lo que escribo
lleva tu nombre entre líneas.

 

Te amo sin ruido,
como el sol ama al alba,
sin promesas falsas,
solo con la certeza
de que contigo, todo duele menos.

 

Y aunque a veces dudes,
aunque el pasado te haya dicho
que los amores bonitos no existen,
yo estoy aquí para recordarte
que sí se puede,
que sí eres suficiente,
que tus sueños tienen derecho a crecer
y a ser cuidados.

 

Quiero guardar tus lágrimas,
no para esconderlas,
sino para que nunca camines sola
en tus noches más largas.


Quiero guardar tus sonrisas,
porque en ellas vive mi esperanza,
y tus besos,
porque son la casa donde mi alma descansa.

 

Eres todo eso que vale la pena.
Eres fuerza, eres luz, eres la razón
por la que sigo creyendo
que el amor puede ser un lugar seguro.

 

Si alguna vez olvidas tu valor,
mírame.
Yo lo veo en cada gesto tuyo.
Yo lo siento en cada latido.
Yo lo sostengo entre mis manos
con cuidado,
como quien cuida un milagro.

 

Porque contigo aprendí
que amar también es sanar,
y que cuando te abrazo,
abrazo un universo
que siempre mereció brillar.

 

Y si un día dudas, amor…
si la tristeza te cubre los ojos
y el mundo se vuelve ruido,
yo estaré ahí,
con el alma abierta
y los brazos dispuestos,
para recordarte que sí se puede,
que sí vale la pena,
y que tú, mi amor…
¡tú siempre valiste el milagro!