Eterno en tus ojos
Desde el primer momento que te vi,
una gota de sol se derramó
postrándose en tu rostro.
El tiempo y mi corazón se detuvieron,
sumiéndome en un sueño profundo
donde solo tú existías.
Mi alma se rebeló
contra la idea de querer olvidarte,
y mi corazón se negó
a dejar de sentir por ti.
Quise darte mi cuerpo,
pero el tiempo es cruel,
y mi alma sería el consuelo que te daría.
Tu mirada me cautivó,
y supe que nunca podría escapar;
me rendí, caí de rodillas,
y juré que por ti
quemaría la vida misma,
y que mi amor por ti sería
eterno y sin fin.
En sus ojos,
mi alma encuentra su hogar,
y mi corazón, desgarrado por ti,
como un volcán que erupciona en la oscuridad
sin previo aviso.
Has hecho que pensara en ti,
volviéndote indispensable para mí.
Álvaro s.