Rafael Escobar

\"LUMBRES QUE MUEREN\"

 

 

Buscaba de su encanto hacer mi cielo

mirando en sus miradas bella lumbre,

soñando de sus labios la dulzura

que tiene de ilusiones regia flama;

creyendo que quizás un lindo día

tendría de su amor el regio  cáliz.

 

Miraba sus pezones como el cáliz

que trae bendiciones desde el cielo,

soñando su pasión gozar un día

y ser el propietario de su lumbre,

teniendo por completo, de su flama

las copas más divinas de dulzura.

 

Ansiando de sus mieles la dulzura

miraba de su cuerpo el regio cáliz,

pensando por las noches que su flama

tendría que ofrecerme el sacro cielo,

trayendo con su luz la excelsa lumbre

que fuera mi farol en cada día.

 

Por ello al asomarse un nuevo día

miraba de la aurora su dulzura,

con esos resplandores cuya lumbre

poseen del amor su eximio cáliz;

forjado con las perlas, que del cielo

ostentan el destello de su flama.

 

Con rayo luminoso de su flama

miraba su belleza cada día,

pensando que quizás allá en el cielo

hicieron de sus labios la dulzura,

con mieles que se encuentran en el cáliz

de un ángel que posee bella lumbre.

 

Mas todos mis soñares de esa lumbre,

tan sólo fue un anhelo, cuya flama

no pude retenerla, pues su cáliz

lo veo más distante cada día;

negándome su mágica dulzura

que puede conducirme al mismo cielo.

 

Al cielo le pedía que su lumbre,

me diera de su flama la dulzura

y fuera de mi día dulce cáliz.