¿Cómo disfrutar un paraíso tan solo
Con lo que el terrenal mundo ofrece?
Si me lo hubieran preguntado hace tiempo
Seguramente hubiese pensado en lo que brilla
Mas ahora que he conocido el carbón bruto
Aprendí que lo brillante encierra tantas veces:
Iniquidad, miseria, sudor, angustia y muerte
Y conforme se acumula más deslumbra y ciega
con voracidad que se acrecienta y no se sacia
Mientras la humanidad disminuye en sus dueños
Por eso, para rescatar lo que en mi mora
Prefiero ese horizonte sin muros ni barreras
Prefiero (si lo hubiera) un punto nunca concurrido
Donde de tan transparente el agua corra como espejo
Sentir la tierra exhalar su vivificante aliento
El paraíso soñado desde la infancia
El punto corpóreo tan solo percibido
Un punto donde mi voz salga sin temores
Volando de su nido como hacen los gorriones
Donde antes de entrar me desnude toda
De mis pasos, de mis actos y reflejos
Un paraíso donde los solos pensamientos
Se sintonicen con el sonido de lo infinito
Levantar la vista hacia las estrellas diminutas
Donde civilizaciones menos agresivas nos observan