Con esa fotografía, tomada desde el Pico Dobra, Torrelavega, Cantabria, España...
Si estar vivo es
un milagro... ¿no lo será también
lo que venga después?
Musa.
Tú, que me revelas
el poder de cada letra,
cada palabra,
cada verso,
cada estrofa.
Que me inspiras,
me haces sentir,
respirar, pensar...
soñar.
Me mantienes activo,
despierto, consciente,
me sostienes...
¡Me permites ser!
Energía que fluye, sostén del universo, puente sobre el tiempo,
aliento de la vida.
Te siento ahora mismo,
con fuerza, con ganas,
con vitalidad.
El resto de mi tiempo,
después de mi muerte, ¡toda la eternidad!
Esencia sublime,
solución perfecta,
eterno misterio por resolver.
Por sostenerme firme,
resistente, con fuerza
y con ganas,
ahora y por siempre.
Musa y voz eterna,
esencia, destino,
aliento y camino, luz y horizonte.
En cualquier tiempo, lugar, cuerpo espacio sin parar, cada partícula y soplo, con tu fuerza puedo estar.
Por cada derrota y cada victoria, por caída y subida, por el milagro que das, aquí te honro sin más...
¡por estar siempre en mi ser!
Si estar vivo es
un milagro... ¿no lo será también
lo que venga después?