I
Henchirse en el deseo de una estrofa
¡Que tumultuosa tu forma de verme!
el horizonte de los ojos perdidos,
tras el marco donde me vio el espejo nacer.
Prospecto de libertario el ánimo,
anónimo al desdén de una figura,
¡No cabe duda que vivir es para valientes!
más la muerte esta segura.
¿Quiénes ostentan dominar los sueños?
en la sabrosura de sus labios marchitos,
medio clima revoltoso de tormenta,
la libertad es una estela de rebeldía.
Donde crecen alas de una noche,
jamás, para jamás sentirme triste,
con mezclar letras el mundo se resuelve,
por más merito que el infierno plantee en su vil chiste.
II
Impecable es el vacío en la llenura,
pues abunda eso que se ve, pero no con quién
más pretendo serme fiel como migraña,
fuerte en el laúd como poesía de Bécquer.
Dulce atmosfera de tiempos, dulce es
devolvió locos a los cuerdos pendientes de sus cuerdas,
nostalgia inmensurable muestra fauces,
somos lo que queda en la memoria de lo inevitable.
Incomprendida basílica de silencios,
cuando uno entiende que el dolor lo puede,
donde mágico es el sentir del alma tocar con un lápiz,
hacemos y deshacemos quimeras sobre tapiz.
Sobre avenida de los olvidos,
volvimos vigentes los abrazos,
las brasas ardientes del que puede,
del que a base de intentos logra lo que quiere.
III
Costumbre maquinaria de ser lo sociable,
proporcionamos a la perfidia lo intangible,
¿Es que la realidad es invisible a la iris?
tal vez sobre maquinamos lo que hemos de ser.
Un suspiro y me devuelvo a la imagen
¿Qué inmensa locura nos hará volver?
luces parpadeantes secuestran el camino,
conciencia... varias veces vas a doler.
Adueñado del espacio mentirosamente vacío,
encuentro desenlaces donde escribo,
enlaces al laberintico paseo de las artes mentales,
percibo que adoro la sencillez de no preocuparme.
Admito detener la barbarie,
vestigios del pábulo las horas estresantes,
fulgorosa la rima del amanecer contrincante,
enfrentado a motivar metas cosecharme.
IV
Pues adrenalinas nos hacen grandes cíclopes,
visiones únicas sobre la vía inigualable,
muchos fuera aunque solo uno en la matanza,
recuerda, muchos pero solo uno es quién soluciona las hazañas.
¡Nunca fuimos capaz de detenernos!
iluminamos los cielos que no duran,
cielos adentro lugares que no calman,
aves que al volar siempre cambian.
Y de esta hazaña de querer mejoras;
se pueblan las verdes esperanzas del bosque,
un oasis de añoranzas para renovar al espíritu,
leña combustible como libros para viajeros lectores.
En la oscura inmóvil noche sacie camaleones karmas,
perdone a mis retenciones por querer perdurar en la mancha,
deje relieve en los pasillos que me atestiguan,
testigos de la resiliencia, de mis fangos, mi tinta.