Al paradigma de la narrativa castellana en sus 478 años de su nacimiento
Lo vio nacer Alcalá de Henares
grande Príncipe de los Ingenios,
de versos y prosa primigenios
“mesmas” aventuras en juglares,
al manco de Lepanto y sus mares
la pérdida de un brazo es su mote,
para colmo purga tras barrotes
rodeado tal vez de “echacuervos”,
y de sus escritos sus acervos
ingenioso hidalgo Don Quijote.
Y resolviendo los mil entuertos
en tantas chaladas aventuras,
va en contra de una imposta insegura
puesto parece no anda despierto,
y en “asaz” locura y desconcierto
montado en su “aína” rocinante,
como leal caballero andante
en compañía de su escudero,
suspirando va por un “Te quiero”
de su Dulcinea como amante.
De su Dulcinea como amante.
Sancho Panza es su leal amigo,
al suprimir a todo enemigo
es tenaz su empresa delirante,
con firme paso siempre adelante
sin importar no ladren los perros,
que al metal sonido de cencerros
hay que “membrar” y apurar el paso,
ya que son quebradizos los trazos
para coronar cimas y cerros.
Para coronar cimas y cerros
por la manchega geografía,
que, al fin y cabo quién lo diría
una cosa son los verdes puerros
y otra, negros y letales fierros,
de las tan “feridas” amarguras
por este mundo “fecho” de honduras
en cruel lid con molinos de viento
paradójico sino y evento
a tu locura en fin con cordura.
Algunas palabras en desuso del español, presentes en el anterior poema que aparecen en la obra de Cervantes: