Ayer se decía: El saber no ocupa lugar.
Hoy se dice: El saber sí ocupa
lugar.
Mañana tocará decir: ¿Qué lugar
en verdad ocupó
el saber?
¡¡ Con qué facilidad cualquier hijo de vecino habla de España como si fuera suya en propiedad !!. El 26 de agosto de 1794, un vecino de Valladolid llamado Manuel de Ana se encontró en la calle con un tal Bustamante el cual le comentó que en la Plaza del Pueblo había visto una pintada en la pared que denunciaba e insultaba a un empresario local que tenía una fábrica de venta de harina; la pintada decía: \"Muera Durango y su mujer que no nos quiere vender harina y quiere que España se muera\"
Lo único que tenemos son convicciones y en la mayoría de las veces no son nuestras en propiedad. Son el único plagio que nos calma la conciencia.
El gusto por narrar está
bajo sospecha:
se sabe que aún quedan
cosas por poder
contar.