Que crucen las aguas infinitas
con el soplo de una noche majestuosa;
todos los fulgores diurnos que citas
en las ráfagas que mi alma rebosa.
Que te ofrezca lo que no te pude dar
quejas del flujo azul que te acompaña;
prometiéndote el querer sin igual
en el aire que mi ser amaña.
Contemplo la penumbra que el sol se lleva
iluminando la llamada del ensueño,
con el hechizo que la tarde eleva
el atractivo completo de mi empeño.
Ruidos marinos que se desplazan
sobre la sugestiva quimera,
chispas que se aprecian y que abrazan
la emoción de la imagen sincera.
Alientos del mar que te invitan a amar,
génesis doliente del deseo de rendir culto,
sin demora y consciente puedo afirmar
que cada arribo debe ser oculto.
UnaNocheParaAmar
©Violeta