Mil vaggio

Poesia del lunes 29

Los cielos en los que habito y me habitas, los caminos entre la enramada donde el sol se cuela como intruso, los libros en los que te manifiestas como la poesía y el pan, estás en aquella tarde en la que un sol se tiñó de rojo entre un par de nubes en el horizonte, golpe de lluvia, canto sonoro de río abriéndose camino entre las rocas del monte, luz que recorres el universo y nunca llegas, y la noche espesa en que las estrellas se desnudaron hasta el alma. Miras con tus ojos y el mundo nace de repente, yo enverdezco, amanece, eres todos los cantos y todas las notas, eres la tierra. ¿Cómo no amarte con la sangre y el aliento? Amapola silvestre, canto de pájaro en la mañana descampada, tus raíces están en el tiempo. ¡Ah, cómo no amarte! Si eres mi poesía.