Lilil

Esmeralda tabasqueña

De Tenosique viene mi raíz,
y de Villahermosa mi memoria,
donde la lluvia escribe historias
y el río canta con voz feliz.

Tabasco, esmeralda encendida,
tu sabor se queda en mi boca:
pejelagarto, cacao y tamal,
manjares que el alma devora.

Bailan los trajes de mil colores,
florece el huipil en cada danza,
y el corazón se llena de amores
cuando la tamborilería avanza.

Toda niña sueña en su mirada
con ser embajadora algún día,
una flor de oro, iluminada,
orgullo que al alma da alegría.

Tabasco, verde y azul eterno,
eres mi canto, mi tierra, mi anhelo y mi orgullo tabasqueño