Cat0

14

Desearía tener 14, a media víspera de mis 15, para hacer otras cosas: cosas de niñas, de niñas amadas.

Desearía tener 14, pero tengo 29. Veo series animadas de los 90 y 2000 para sentirme confortable, para imaginar cómo habría sido tener 14: sana, sin heridas.

Desearía tener 14, pero con 29 estoy a punto de graduarme de mi primer pregrado y tengo miedo; apenas comienza la vida.

No tengo 14, tengo 29, pero viajo entre una época y la otra. Sentir abiertamente, aniñarme para disfrutar la vida, no me hace menos mujer; ser responsable, poner límites y priorizarme, no me hace menos niña.Tener 29 y a veces querer tener 14 —y sin querer, parecerlo— me cuestiona cómo me ven los otros, pero me reafirma: quiero habitar el mundo desde el sentir, no desde la forma.

Como la Diana, puedo ser niña, doncella y sabia. Está bien viajar entre mis ciclos, ir y volver de uno a otro, no ser absoluta: ser relativa, parcial, etérea.

Desearía tener 14, a media víspera de mis 15, para hacer otras cosas: cosas de niñas, de niñas amadas.

Desearía tener 14, pero tengo 29. Veo series animadas de los 90 y 2000 para sentirme confortable, para imaginar cómo habría sido tener 14: sana, sin heridas.

Desearía tener 14, pero con 29 estoy a punto de graduarme de mi primer pregrado y tengo miedo; apenas comienza la vida.

No tengo 14, tengo 29, pero viajo entre una época y la otra. Sentir abiertamente, aniñarme para disfrutar la vida, no me hace menos mujer; ser responsable, poner límites y priorizarme, no me hace menos niña.

Tener 29 y a veces querer tener 14 —y sin querer, parecerlo— me cuestiona cómo me ven los otros, pero me reafirma: quiero habitar el mundo desde el sentir, no desde la forma.

Como Diana, puedo ser niña, doncella y sabia. Está bien viajar entre mis ciclos, ir y volver de uno a otro, no ser absoluta: ser relativa, parcial, etérea.