Caminaba por el río en un cálido día
y a lo lejos una hermosa figura se erguía
mis ojos se abalanzaron en su preciosura
al ver cómo lavaba la ropa con premura
mi corazón sintió en sus paredes un vuelco.
Estaba tallando sobre una roca sus prendas
mientras el agua mojaba su vestido a medias
la gracia se presentó cuando se envolvía
en sus amplias caderas el encanto que regía
Regina amada ¿por qué me haces tan terco?
En un derroche de viveza y soberana hombría
camine hacia ella y con el rigor del día
en su talladera, no escuchó mis pasos
pero sintió la caricia que le regaló mis manos
tocando la suavidad de sus bellas piernas.
En su mojado vestido su cintura se ceñía
y le regale en su mejilla un beso de poesía
volteo ligeramente su rostro sonrojado
con una sonrisa y sus labios esponjados:
no pude contenerme a lo que ella tanto anhela.
Ella se quedó sin voz cuando mi boca
en su pasional acto la besó, dejando en la roca
sus ropas pausadas, giró su esbelto cuerpo
quedamos frente a frente dejando al tiempo
un sortilegio de amor, una vida de amantes.
Mis manos recorrieron la senda Venusina
y con el peso de la pasión cayó vencida
a los ardores del amor, arrancando de mi pecho
la camisa, transformando al río en nuestro lecho
y sin darnos cuenta ambos estábamos desnudos.
Suplicante de sus labios me dijeron: hazme tuya
Ay sentí como se elevaba mi conyuntura
imponente mis besos le respondieron: eres mía
y tan de pronto al terminar el día
su cuerpo temblaba y pedía piedad.
Nunca fui prisioneros del nefasto vicio
pero al ir descubriendo todo el sitio
me volví preso de su amor y su infierno
¿ahora quién será mi musa en este encierro?
grita mi diablo cuando se da cuenta de su ausencia.
Cuando te marches se muy bien tu destino
te irás de mi lado y seguirás tu camino
yo me devuelvo con mi ingenua novia
y tú con tu estúpido marido que por obvia
razón no sabe que nos amamos siempre.
Y como todo ser que pierde su preciado oro
sabes que hasta en mi muerte te guardo mi tesoro
que en su fulgor alumbra la sombría rutina
que me ha dado mi despojada y cruel vida
solo me consuela tus besos y tu calma.