De un lugar lejano y arremolinado
emigras acarreando una apelmazada carga
de mentiras envueltas en medias verdades.
Eres torbellino sin contemplaciones
que trae a la superficie viejos tormentos
ya creídos ahogados por siempre.
Con fuerza extrema
amedrentas las voluntades más firmes,
solo eso y nada más.
Con energía incontenible
agitas viejos sedimentos.
Del fondo de la conciencia
develas olvidados caprichos.
Tu presencia en cada encuentro
nos recuerda la fragilidad que envuelve
nuestro carcomido sentimiento.
Eres un síntoma de belleza engañosa,
atrapas sin aviso;
nos haces perder toda racionalidad.
De pronto,
has de traer juicios vanos
que al tocar la orillada razón
revientan con una fuerza explosiva.
Eres una marea de poder abrupto
que nos empuja sin piedad
hacia decisiones caóticas e irrevocables.
Subestimar tu presencia silenciosa
puede conducirnos a caminar
por el filo de acantilados profundos.
Frente a ti,
anhelo amores de pensamiento sereno;
de apariencia plácida,
que anclen temerosos los sentidos
en un puerto seguro.
28-09-2025
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