Lis Lucas Pérez

Campanas

Y si los cuervos del campanario aún maldicen su paraíso,

Y si sus arbotantes son todo lo que carga con sus penas,

Y si es en el nombre de su culpa que iluminan toda noche,

Pero ves que sólo cargan la del callar con sus estrellas,

Y si aún doblan las campanas, sobre el reloj en su cruceta,

que las campanas me doblen, y me empalen sus saetas.

¿Y qué saben sus hierros de calor ni de entretelas?

¿Y qué sabe su cuerda del dolor en mis querellas?

 

Saben lijas templadas del roce de manos muertas,  

y la tronada más firme de surcos en torcida tierra,

 

y ya sé que no toman por locura el odio hacia lágrimas secas,

sólo a las alas puestas en espaldas a las que no le rezan.