Ella, camina con pasos lentos, se le nota adolorida.
La que, antes era un carnaval de alegría, está triste.
Todos la ven extrañados, luce lista, para una huida.
Nunca, se le vio tan desaliñada, tal como hoy viste.
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Era linda Eva, siempre pulida y de regios encantos.
Todos la miran y nadie intenta, llamar su atención.
Siempre iba erguida y hoy, se le nota, el quebranto.
Es cierto, no puede ocultar su tristeza y conmoción.
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Paseando cabizbaja y entristecida, ya se le ha visto.
Dicen los doctos que, la tristeza y el gozo, no huyen.
Otros aseveran que, el amor, oculta sus imprevistos.
Ante la dura incertidumbre, las verdades, se diluyen.
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¡Dicen los sabios qué, el amor tal cual, es un laberinto.
Y qué, para acercarse a Él, hay que aplacar el instinto!