jesus alberto porras

\"Ríos de Gracia\"

 

Me dijo “te amo”

sin chocolates ni flores,

sin cartas ni redes sociales.

 

Me lo dijo en la cruz,

donde entregó su vida sin merecerlo.

Su sangre llevó mi nombre,

y mis pecados quedaron perdonados.

 

Aunque mis fuerzas flaqueen,

Él siempre está para renovarlas,

para levantarme del polvo

y recordarme que jamás estaré sola(o).

 

Solo me amó sin condición,

siempre con palabras de amor

en cada sermón,

entregándome todo su corazón.

 

Su prueba más grande de amor

fue dar su vida en la cruz,

para traerme redención.

 

De muerte a vida entregó su ser;

me arrancó del invierno del alma

y me sembró en jardines de esperanza.

Aun cuando vivía en sombras, estaba muerto;

pero florecí resucitado de la noche a la luz,

sin cadenas ni condenación.

 

Hoy entrego mi vida a tu servicio, Señor,

como río que se une al océano,

como semilla que se rinde al sol,

reconociendo tu sacrificio

y tu amor que nunca falla.