Aquella tarde que nos conocimos
no se por qué mi corazón se llenó
de alegría al ver tu ternura de mujer.
Hoy eres mi inspiración de esos días
que me brindaste tu lindo cuerpecito
en ese viejo motel con mucha amor
y pasión, y mis letras están en versos,
en hojas de cuadernos que guardo
con mucho cariño y pasión.