Mauro Enrique Lopez Z.

Tarde que nos conocimos

Aquella tarde que nos conocimos 

no se por qué mi corazón se llenó 

de alegría al ver tu ternura de mujer. 

Hoy eres mi inspiración de esos días 

que me brindaste tu lindo cuerpecito 

en ese viejo motel con mucha amor 

y pasión, y mis letras están en versos, 

en hojas de cuadernos que guardo

con mucho cariño y pasión.