Caía la tarde, y el cielo estaba medio
gris con el Sol a escondidas, y de
repente una llamada, de esas que
causan alegría ,era una dama que
siempre me inspira,y hablamos de
muchas cosas lindas.
Quedamos en vernos para una cena
romántica y hasta la luna fue testigo de
ese hermoso encuentro amoroso hasta
el amanecer.