Deja tu enojo te dije, mejor amemonos
esta noche que mañana será muy tarde,
y te marchaste pensando que yo te iba a
rogar y fue tanta tu rabia, que ni el beso
de Judas me diste.
Me arrojé en mi alcoba y pensaba que me
iba a desvelar por tu partida, pero no fue
así, dormí plácidamente y desperté muy
temprano feliz.
Ya han pasado los meses y lo lindo es que
no te extraño para nada gracias a Dios .