José Mario Calero Vizcaino

SIRENA

   

Conocí a una belleza,

que sueña con ballenas;

lleva en la sangre y en pensar

el ritmo eterno de la mar.

 

Su memoria se abstrae,

en recuerdos que atrae;

de un tiempo en que fue sirena,

con voz de espuma y de arena.

 

Tiene un alma curativa,

su mirada es tan viva;

profunda, sincera y clara,

corazón puro declara.

 

Cuando la miro jugando,

su cabello danzando,

me siento feliz de ser hombre,

y confesar su hechizo en mi nombre.

 

Como el mar, el alma resuena,

con ritmo que filtra y ordena;

sanar, permitir, perdonar,

como las olas al regresar.

 

Me siento en la roca, paciente,

esperando el instante presente:

que la sirena surja del río,

y cante su canto, al que sigo.