La diosa de arcilla
Escribía un cuento
En un silencio agradable
De un tiempo muerto
La sangre en la herida
Las paredes y el suelo
Un grito interminable
La voz de un recreo
Hoy tus caricias
Se pierden en vuelos
Y el agua potable
Bebes de agujeros
Voltear la carilla
Encender un fuego
Volver al enjambre
Y seguir entero
Los gatos en repizas
Con los ojos negros
Con piel delirante
Se ahogan de nuevo
Y tantas delicias
Que trajo febrero
Un sol inflamable
Una cruz y un cielo
Las rosas en las sombras
Deliran sobre estiercol
Las manchas se desangran
Y naceran de nuevo