En noches como esta
suelo mirar las estrellas,
como si fueran canicas
que alguien olvidó en el cielo.
Me quedo quieto,
con la respiración enredada,
como si el universo me mirara
y se burlara de mi silencio.
Y pienso en ti
en tu ausencia que duele,
en el hueco tibio que dejaste
en el fondo de mi costado.
Y las estrellas me parecen
amapolas abiertas que giran,
como miles de pequeños ojos
que miran desde lo imposible.
Las miro y me pregunto
si alguna vez volverás ,
o si la eternidad es tan solo
mirar el cielo y que me duela.