Están ahí. Siempre a nuestro lado y sin ausencias.
Aunque a veces separados cual distancia implacable que fastidia.
Día tras día ahí, como viento convertido en brisa.
Llenando nuestros espacios de cálidas sonrisas.
Y reímos sin parar de historias que han vivido.
O lloramos si el momento amerita el sentimiento.
Porque en sus ojos buenos todos en familia nos unimos
Cual remanso paz que se anhela.
¡Son mis padres!
¡Nuestros padres!
El regalo más grande que Dios nos ha concedido.
Sin plazos, ni tiempos, ni nada que impida llenar nuestro corazón con su cariño.
Y aunque el tiempo pasa inexorable
Y los años nos llegan sin pedirlos.
Están ahí....
Como siempre.
Fieles y firmes en nuestro camino.
Nos abrazan y nos besan como a niños
Aunque los hilos de plata manifiesten el tiempo que hemos vivido.
Hoy honramos en palabras su vida y sus acciones.
Su empeño, y su trabajo, sus lágrimas, y sus dolores.
Y el alma que se rompieron por nosotros. Cada día.
Es verdad…
Nunca se sabe, la vida nos da y nos quita y nos sorprende cada día, pero hoy están ahí.
Y son…
Como ayer, como hoy y como siempre
Un ejemplo de unión y de amor en nuestras vidas.
Luis Rafael Blanco
Derechos Reservados.
26/09/25