Uno de los tantos aspectos de la
Ficción poética y literaria es,
Entre otras cosas, inventar
Hechos y personajes
Falsos y que sean creíbles
Para cambiar el presente
De un tiempo y el
Futuro por llegar.
De mi libreta de anotaciones.
28 de noviembre de 20223.
La noche del miércoles 22 de noviembre de 2023 el ultraderechista G. Wilders ganó las elecciones en Países Bajos (antes Holanda). La noche del Jueves 23 del mismo mes violentos disturbios armados estallaron en Dublín después de que un agresor hiriera a dos personas adultas y tres menores; la policía entonces denunció que detrás de estos disturbios estaban grupos ultraderechistas. La noche del domingo siguiente a estos hechos y ya fuera de Europa, en Argentina, Javier Milei, un lunático analfabeto y extremista ganó las elecciones de su país, (las ganó democráticamente, en las urnas, como Hitler en Alemania). En ese corto periodo de tiempo desde las elecciones en Países Bajos y en Argentina, miré y revisé bien distintos periódicos y medios de amplias tiradas informativas y no encontré ningún artículo de ningún periodista o escritor medianamente serio y consciente de la gravedad que se estaba sucediendo en esas fechas y en otras cercanas: Silencio…
¿Quiénes, económica e ideológicamente, están alimentando este fascismo? ¿Quiénes, desde los distintos medios de comunicación, escritos, digitales o audiovisuales lo están ocultando? Si el sistema político en Europa, y en el mundo, es como dicen que es: un sistema democrático, este ya viejo fascismo lo ha creado esta supuesta democracia de siglos.
El extremismo grosero y hasta hediondo de lunáticos como Miley, Bolsonaro, Trump, Meloni, Aznar, Felipe González Putin, Orban y otros es al fin y al cabo una descomposición de la moral humana colectivamente; es la destrucción total de la primera persona del plural: Nosotros como sociedad.
Decir que todo es relativo
Y no poder expresar nunca una idea
En términos tajantes
No es siempre
Signo de
Lucidez.