CALOR
El calor quema la siesta,
se derrite la ciudad,
no perdona la humedad
ni al que suda en su protesta.
El pavimento hace fiesta,
freír huevos se podría,
la camisa en rebeldía
se pega como sudor,
su trono el ventilador
reina con melancolía.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025