La soledad reposa en mi carne,
raíz oscura que consume el viento;
no hiere: funda un templo en mis entrañas,
hace de mí su altar y su silencio.
Camino con ella,
como quien carga un dios invisible;
y en su manto frío descubro
que la ausencia se acuesta en mis venas.
Lore Cruz © Copyright-Colombia