Denil

Cuando dices que me amasĀ 

Dices que amas la lluvia, 
pero huyes cuando el cielo se rompe. 
Corres tras el sol de la tarde, 
pero tiemblas si su luz te toca el borde. 

Dices que amas la noche, 
pero duermes con todas las luces encendidas. 
Amas el mar, lo aseguras, 
pero jamás te atreves a hundir la vida. 

Dices que amas el viento, 
pero sellas tus puertas con miedo. 
Y al fuego lo llamas belleza, 
mientras mantienes siempre un hielo. 

Por eso tiemblo… 
cuando pronuncias mi nombre 
como si fuera promesa eterna. 
Porque si así amas al mundo, 
¿cómo sabré que a mí me recuerdas 
cuando cierre la escena? 

Yo no soy lluvia que puedas evitar, 
ni sol que se apaga tras una cortina. 
Soy tempestad cuando amas de verdad, 
y calma cuando el alma se inclina. 

Así que dime con silencio o con acto, 
no con palabras gastadas por costumbre: 
¿me amas… o solo amas 
la idea de tenerme 
sin nunca sostener mi costumbre?